martes, 21 de agosto de 2007

Dedicado a los informáticos

Para todas las personas que habéis estudiado de forma informal o formal la informática y tenéis que sufrir el analfabetismo cibernético, ahí van unas risas...


Larga vida a las radios libres


La situación de los medios en nuestro país es y siempre ha sido bochornosa, parece ser que para estar informado hay que comprarse medio quiosco de periódico y verse todos los telediarios para enterarse de todo y evitar los sesgos que cada medio tiene. La globalización tiene mucho que ver en esto tal como Chomski nos ha enseñado tantas veces, sólo unos pocos son los que controlan todos esos medios y crean esa falsa idea de libertad, libertad para comprar los periódicos que tu quieras, pero la verdad es que siempre compras la misma noticia. Otra de las características de la globalización es el abaratamiento de la tecnología, y aquí es donde entra la resistencia, la idea siempre ha sido buscar formas alternativas de comunicación, pero una vez más la verdad es que todo está ya inventado.
En 1987 un grupo de personas se unieron para crear algo nuevo, una radio propia e independiente, una radio realmente libre. Desde aquí quiero felicitar a todas las personas que hacen posible que algunos sigamos escuchando Irola Irratia allá donde el destino nos lleve. Con un sistema asambleario, libertario y de autogestión las chicas y chicos de Irola nos traen noticias, debates y buena música a través de internet.
Desde aquí os felicito y os deseo otros veinte o cuarenta años en las ondas, Salud!

sábado, 11 de agosto de 2007

La escalera

¿Qué puede hacer de una escalera un drama? ¿La escalera en sí? ¿El lugar al que lleva? ¿El lugar del que te saca? ¿El personaje que la sube? ¿Lo que rodea a la escalera? ¿El proceso de su uso? ¿Su indefinición? ¿Su inexistencia? ¿Su existencia? Juguemos a dramatizar...


Hacía calor,el agua del rio parecía estar hirviendo esa maldita tarde de agosto en que me llevaron a dar un paseo, me sacaron de la carcel de alcala por una escalera larga de esperanza y piedras.Dijeron que había habido un error y que yo no debía estar allí, aún recuerdo como convertí cada escalón en un pensamiento, mezcla de ansiedad y verguenza al principio, de culpabilidad y falsa tristeza conforme avanzaba, y de frustración cuando llegué arriba; el camión, cargado de otros infelices muertos en vida me esperaba. Me taparon los ojos con un pañuelo, todavía estaba húmedo de la sangre de otro no culpable, en mis mejillas se empezarnos a mezclar los dos líquidos salinos. Se me escapó una pequeña sonrisa al darme cuenta de que la sed me hizo recogerlos con mi agrietada lengua, estúpido instinto de supervivencia que convierte la liberadora muerte en agonía.


Cuando me quitaron el pañuelo de la cara pude ver donde estaba, era un barco atracado en el rio, inmovil, muerto. Había metal por todas partes.


Ante mí otra escalera, larga y metálica, los escalones con forma de rejilla y al final sólo había oscuridad y calor. Mis pies, abiertos por las ampollas culpa de un robo nocturno, sangraban al clavarse con ayuda que mi pesado cuepo sobre los afilados escalones. A mi espalda alguien gritaba órdenes a la fila que yo desgraciadamente presidía, delante no se oía nada, sólo algún sollozo rompía la monotonía del aire, aire quieto pero caliente. Conseguí que mi cuerpo empezara a descender, mitad por empujones del desconocido que me seguía, mitad por el peso que la gravedad atraía.


Mi cuerpo bajaba, y mi mente ascendía. La luz desaparecía a cada paso, así que cerré los ojos y dejé que mi mente se escapara de aquel castigo. Una subía y el otro ascendía, y yo no sabía con quien irme.



Dedicado a todos y todas las que desaparecieron en alquel barco anclado en el Guadalquivir en los primeros días tras el golpe de Estado del 18 de Julio